miércoles, 2 de octubre de 2013

EL LAICO COMO DISCÍPULO Y MISIONERO DE JESÚS LOS FIELES LAICOS

EL LAICO COMO DISCÍPULO Y MISIONERO DE JESÚS
LOS FIELES LAICOS


Leen y analizan: Mc. 6,7-12
"Por laicos se entiende aquí a todos los cristianos, excepto los miembros del orden sagrado y del estado religioso reconocido en la Iglesia. Son, pues, los cristianos que están incorporados a Cristo por el bautismo, que forman el Pueblo de Dios y que participan de las funciones de Cristo. Sacerdote, Profeta y Rey. Ellos realizan, según su condición, la misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el mundo" La vocación de los laicos.
"Los laicos tienen como vocación propia el buscar el Reino de Dios ocupándose de las realidades temporales y ordenándolas según Dios... A ellos de manera especial les corresponde iluminar y ordenar todas las realidades temporales, a las que están estrechamente unidos, de tal manera que éstas lleguen a ser según Cristo, se desarrollen y sean para alabanza del Creador y Redentor" (LG 31). La iniciativa de los cristianos laicos es particularmente necesaria cuando se trata de descubrir o de idear los medios para que las exigencias de la doctrina y de la vida cristiana impregnen las realidades sociales, políticas y económicas. Esta iniciativa es un elemento normal de la vida de la Iglesia: Los fieles laicos se encuentran en la línea más avanzada de la vida de la Iglesia; por ellos la Iglesia es el principio vital de la sociedad. Por tanto ellos, especialmente, deben tener conciencia, cada vez más clara, no sólo de pertenecer a la Iglesia, sino de ser la Iglesia; es decir, la comunidad de los fieles sobre la tierra bajo la guía del Jefe común, el Papa, y de los Obispos en comunión con él. Ellos son la Iglesia

Como todos los fieles, los laicos están encargados por Dios del apostolado en virtud del bautismo y de la confirmación y por eso tienen la obligación y gozan del derecho, individualmente o agrupados en asociaciones, de trabajar para que el mensaje divino de salvación sea conocido y recibido por todos los hombres y en toda la tierra; esta obligación es tanto más apremiante cuando sólo por medio de ellos los demás hombres pueden oír el Evangelio y conocer a Cristo. En las comunidades eclesiales, su acción es tan necesaria que, sin ella, el apostolado de los pastores no puede obtener en la mayoría de las veces su plena eficacia
La participación de los laicos en la misión sacerdotal de Cristo.
"Los laicos, consagrados a Cristo y ungidos por el Espíritu Santo, están maravillosamente llamados y preparados para producir siempre los frutos más abundantes del Espíritu. En efecto, todas sus obras, oraciones, tareas apostólicas, la vida conyugal y familiar, el trabajo diario, el descanso espiritual y corporal, si se realizan en el Espíritu, incluso las molestias de la vida, si se llevan con paciencia, todo ello se convierte en sacrificios espirituales agradables a Dios por Jesucristo, que ellos ofrecen con toda piedad a Dios Padre en la celebración de la Eucaristía uniéndolos a la ofrenda del cuerpo del Señor.
De manera particular, los padres participan de la misión de santificación "impregnando de espíritu cristiano la vida conyugal y procurando la educación cristiana de los hijos". Los laicos, si tienen las cualidades requeridas, pueden ser admitidos de manera estable a los ministerios de lectores y de acólito (cf. CIC, can. 230, 1). "Donde lo aconseje la necesidad de la Iglesia y no haya ministros, pueden también los laicos, aunque no sean lectores ni acólitos, suplirles en algunas de sus funciones, es decir, ejercitar el ministerio de la palabra, presidir las oraciones litúrgicas, administrar el bautismo y dar la sagrada Comunión, según las prescripciones del derecho" Su participación en la misión profética de Cristo.
"Cristo,... realiza su función profética no sólo a través de la jerarquía sino también por medio de los laicos. El los hace sus testigos y les da el sentido de la fe y la gracia de la palabra" Los laicos cumplen también su misión profética evangelizando, con "el anuncio de Cristo comunicado con el testimonio de la vida y de la palabra". En los laicos, esta evangelización "adquiere una nota específica y una eficacia particular por el hecho de que se realiza en las condiciones generales de nuestro mundo": Su participación en la misión real de Cristo.
Por su obediencia hasta la muerte Cristo ha comunicado a sus discípulos el don de la libertad regia, "para que vencieran en sí mismos, con la apropia renuncia y una vida santa, al reino del pecado".
"Los laicos, además, juntando también sus fuerzas, han de sanear las estructuras y las condiciones del mundo, de tal forma que, si algunas de sus costumbres incitan al pecado, todas ellas sean conformes con las normas de la justicia y favorezcan en vez de impedir la práctica de las virtudes. Obrando así, impregnarán de valores morales toda la cultura y las realizaciones humanas".
En la Iglesia, "los fieles laicos pueden cooperar a tenor del derecho en el ejercicio de la potestad de gobierno". Así, con su presencia en los Concilios particulares los Sínodos diocesanos los Consejos pastorales; en el ejercicio de la tarea pastoral de una parroquia la colaboración en los Consejos de los asuntos económicos la participación en los tribunales eclesiásticos.
El Significado del Discipulado.
Jesús vino al mundo para hacer discípulos. Antes de ir en su primera misión para realizar su primer milagro, Jesús llamo a hombres al discipulado. En el primer día de su ministerio público, que fue después de su bautismo, Jesús se unió a Juan, Andrés y Pedro. Al siguiente día se unió a Felipe y Nataniel; y "al tercer día se hicieron unas bodas en Cana..., y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos..." (Juan 2:1,2)
¡Aquí lo tienen! Jesús no comenzó su ministerio sin discípulos. Al momento de este milagro ya tenía varios creyentes, pero Jesús estaba buscando algo más que solo creyentes. ¡Jesús haría su obra solo con discípulos! (Por favor, observe que en este artículo, hago referencia a creyentes como aquellos que no llegaron a seguir a Jesús. Y hago referencia a discípulos como aquellos que han abandonado sus propios planes para hacer solo lo que Jesús quería.) Entonces, creyentes en Cristo había por todo Israel, pero solo los discípulos le siguieron y le obedecieron.
Es un hecho en la historia que Jesús hizo toda su obra a través de discípulos y no a través de creyentes. Fue a través, y con sus discípulos, que ministro a multitudes de creyentes y de no creyentes. Y cuando nuestro Señor partió, dio este mandamiento a sus discípulos, (no a los creyentes que no habían entrado en el discipulado), "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo." (Mateo 28:19)
Jesús hizo toda su obra en la tierra con, y a través de discípulos. El mando a sus discípulos a hacer su obra hasta el fin de los tiempos.
El Discipulado Significa Entusiasmo por Jesús.
Relativamente hablando, no se puede encontrar un discípulo seco, así como no se puede encontrar una uva seca en una viña saludable. Observe que en Juan 1, los primeros discípulos comenzaron a testificar acerca de Jesús el mismo día en que lo conocieron. Este patrón también se repetía en la iglesia primitiva como se puede ver por estas palabras, "Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio." (Hechos. 8:4) Dejamos de testificar cuando perdemos el entusiasmo por Jesús, cuando cesa nuestra intimidad con El.

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